Tipos de sistema antirrobo para tu moto

Cualquier prevención es poca a la hora de evitar que te roben la moto. Tan importante como poner en práctica algunos consejos para proteger tu vehículo de los ladrones es utilizar los sistemas antirrobo. Aunque en el mercado hay una gran variedad, a través de esta serie de consejos, desde AMV intentamos ayudarte a la hora de elegir cuál es mejor para la rutina con tu moto.

 

He aquí algunos de los principales tipos de antirrobo, sus pros y sus contras y el uso para el que están más recomendados:

 

–  Las horquillas. Son unos antirrobos en forma de ‘U’ pensados para bloquear una de las ruedas. Para aumentar su efectividad, es aconsejable utilizar una en cada rueda. La ventaja es que no son unos sistemas muy pesados y se pueden utilizar para unir cadenas o anclar la moto a un punto fijo.

 

–  Antirrobos de disco. Son muy populares ya que resultan muy ligeros y fácilmente transportable. Funcionan mordiendo el disco de freno de la moto (delantero y trasero) e impedir así su giro, inmovilizando la moto. Hay algunos modelos que sirven para cerrar cadenas. Eso sí, entre sus inconvenientes está el hecho de que si nos olvidamos de quitarlo, puede causar un grave daño en el freno.

 

–  Antirrobos con alarma. Se trata de un sistema antirrobo como los de disco o las horquillas, con la diferencia de que éstos incorporan una alarma sonora que se activará al más mínimo movimiento o manipulación. La ventaja de este sistema es que si a nosotros se nos ha olvidado quitarlo, también sonará, alertándonos de que íbamos a emprender la marcha con él puesto.

 

–  Anclajes. Son muy efectivos pero necesitamos un lugar fijo donde anclarlo (suelo o pared). Por este motivo, son sistemas que se recomiendan para nuestro parking o nuestra casa de modo que éste se fije utilizando una cadena. Son de los más efectivos ya que cuentan con tornillos de seguridad que no pueden ser desmontados y están construidos en acero reforzado. Con estos sistemas evitaremos que nuestra moto pueda ser montada en una furgoneta.

 

–  Cables. No es el sistema más seguro aunque sí son ligeros. Están pensados para paradas rápidas. Una de sus desventajas es que es fácil de cortar, de ahí que no sea muy recomendable utilizarla para estancias largas.  También resultan muy prácticos para asegurar el casco a la moto cuando sea una parada rápida y no queramos cargar con él.

 

–  Articulados. Son una evolución de los anteriores y bastante más efectivos ya que se trata de un cable protegido por casquillos metálicos articulados que los convierten en más seguros.

 

–  Articulados de manillar. Pensados para scooters. Lo que hacen es fijar la dirección impidiendo moverlo en línea recta. Al estacionar, se fija al extremo del manillar y durante la marcha se queda plegado bordeando la parte inferior delantera del asiento.
–  Cadenas. Resultan idóneas para anclar la moto a un punto fijo o para unir varias motos cuando estás en una ruta. Los hay de distintos tipos y suelen ir recubiertas para proteger la moto de las ralladuras. Uno de sus puntos negativos es que suelen ser bastantes pesadas y poco prácticas a la hora de ser llevadas en moto.

 

Una vez elegido el sistema antirrobo que más se adapte al uso de la moto, desde AMV Seguros queremos recordarte que es muy importante que este sistema nunca esté en contacto con el suelo ya que es más fácil que los ladrones lo puedan cortar o manipular. Los expertos insisten en que no está de más utilizar más de uno a la vez.